Mónica Salvo, una inmigrante chilena-canadiense desde 1978, comparte su viaje de integración a través de la danza. Reflexiona sobre sus luchas iniciales con el idioma y la soledad, enfatizando la importancia de la danza folclórica Chilena tradicional en su transición. Como instructora certificada, dedica su tiempo libre a enseñar estas danzas, incluyendo a los recién llegados. Destacando sus beneficios para la salud mental y su capacidad para construir comunidad, la historia de Mónica encuentra eco mientras Toronto celebra 10 años de su importante evento para recién llegados.