La temporada invernal trae consigo mucho más que temperaturas bajas, especialmente para los más vulnerables, quienes a menudo encuentran desafíos adicionales cuando de subsistir se trata.
Mientras que las visitas a los bancos de alimentos en Toronto incrementan a cifras récord, la gente que depende de estos centros vive en carne propia la alta demanda y los limitados recursos.
Mayormente son las personas racializadas, recién llegados o personas que reciben asistencia social los principales clientes.
Ya sea porque las horas de trabajo disminuyen, o la inflación aumenta mientras la temperatura sigue bajando, el acceso a los servicios de ayuda se vuelve cada vez más complejo.